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PUNTO DE VISTA / El empeño de Patricia Ferreira por la memoria. Por CRISTINA ANDREU

Desde hace muchos muchos años, mi querida amiga Patricia Ferreira (@pat.ferreira07) quería contar la historia de Lola González Ruiz, una historia que a los que nos parece que la memoria de dónde venimos es una obligación.

Lola era la pareja de Enrique Ruano, fallecido en 1969 tras caer por una ventana cuando la Brigada político-social, que lo custodiaba, realizaba un registro en su vivienda. La versión oficial atribuyó la muerte de Ruano a un suicidio, pero estamos seguros que fue asesinado, arrojado por la ventana por los agentes.

Lola, en la década de 1970 militó en el Partido Comunista de España y trabajó como abogada en el despacho de los abogados laboralistas de la calle de Atocha, número 55, vinculado al PCE y al sindicato Comisiones Obreras, dirigido por Manuela Carmena, en el que también trabajaba su marido Javier Sauquillo.

El 24 de enero de 1977, un grupo de terroristas vinculados al partido ultraderechista Fuerza Nueva y el Sindicato Vertical de Transportes irrumpieron en el bufete y asesinaron a tres abogados, Javier Sauquillo, Luis Javier Benavides, Enrique Valdelvira Ibáñez, a un administrativo, Ángel Rodríguez Leal, y a un estudiante de Derecho, Serafín Holgado. Lola, sufrió secuelas durante años. Esta acción es lo que conocemos como la Matanza de Atocha.

Patricia conoció la historia de Lola y durante años se empapó de su historia, investigó mucho sobre ella e intentó conocer cómo fue su vida en esos años, lo que ocurrió fue en democracia pero ya sabemos hasta dónde llega aún el franquismo debido a esa amnistía a los asesinos y cómplices del franquismo.

He ido muchas veces a casa de Patricia y tiene una mesa llena de libros y más libros sobre esa época. Y sé que se ha entrevistado con todas las personas posibles para poder contar la historia de Lola. Por fin, después de muchos años y mucho empeño para que esta historia se contara, esta semana ha empezado el rodaje de la serie ‘Las abogadas’. Siento mucho que Lola no la pueda ver, murió en el 2015.

Estoy tan orgullosa de la perseverancia de Patricia, ella sabe muy bien que sin memoria no se puede construir el futuro.

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