Uno de cada tres largometrajes españoles producidos en los años cincuenta del siglo pasado estuvieron montados por una mujer. De un total de 416 películas producidas entre 1951 y 1960, 141 fueron montadas total o parcialmente por mujeres, es decir, el 33,89%.
Son datos de un estudio del Instituto Universitario del Cine Español, de la Universidad Carlos III de Madrid, dirigido por el catedrático Manuel Palacio, que rastrea la presencia de las mujeres en el montaje fílmico a lo largo de toda la historia del cine español. Estas conclusiones corresponden a la primera parte de la investigación y se irá ampliando con los siguientes periodos.
Margarita Ochoa fue la montadora más activa de la década, con 19 títulos, entre los que se encuentran algunos como ‘Surcos’ (1951), ‘Muerte de un ciclista’ (1955) o ‘15 bajo la lona’ (1958). Hay siete montadoras más que cuentan con más de diez películas en el mismo periodo: Magdalena Pulido (18), Pepita Orduna (15), Petra de la Nieva (14), Mercedes Alonso (14), Sara Ontañón (14), Gaby Peñalba (12) y Teresa Alcocer (11).
Algunas de estas mujeres trabajaban con otras profesionales como ayudantes de montaje, es el caso, por ejemplo, de Pepita Orduna, que trabajaba siempre con Alicia Castillo. Juntas montaron películas como ‘Bienvenido Mr. Marshall’ (1953) o ‘Sierra maldita’ (1954).