Ana Fernández inauguró el ciclo ‘Mujeres que no lloran’ en su tercera edición. Acompaña por Virginia Yagüe, presidenta de CIMA, y por Concha Hernández, directora del Festival Ellas Crean, y tras la proyección de ‘Solas’, donde hizo su primer papel protagonista, reconoció la responsabilidad que sintió ante el papel de María: “Porque tenía que hacer a esta mujer que representa a muchas mujeres que yo he conocido en mi pueblo. Viví y sentí a muchas Marías, a las que hice un homenaje desde mi lugar”.
“Hice una prueba para dos personajes secundarios y cuando leí el guion pensé que era muy extremo, que corría el riesgo bordear el culebrón, pero había tanta tripa en esa mujer… Es una historia desde las tripas, y pensé que afortunada será la actriz que encarne a esta mujer tan admirable”. Y la agraciada fue ella, entre las quince aspirantes al papel.
Algunos recuerdos y vivencias más relacionados con esta película y el coloquio cambió de tercio cuando Ana Fernández señaló que ella sentía atracción por “mujeres que toman la rienda de sus vidas, a las que llamo heroínas cotidianas porque son unas mujeres normales, pegadas a la tierra, que en circunstancias especiales se convierten en personas excepcionales”.
Ana Fernández confesó que echa de menos “personajes poderosos, de mi edad. Los productores no tienen que tener miedo a las historias de mujeres maduras porque dan la sorpresa ya que hacen taquilla, se exhiben en festivales, viajan por el mundo”. ‘Solas’ no era una película comercial y llegó a serlo, recibió 55 premios y a Fernández le valió el Goya a la Mejor Actriz Revelación y el Iris de Plata a la Mejor Actriz Revelación en el Festival Internacional de Cine de Bruselas, entre otros galardones.
‘Mujeres que no lloran III’ es un ciclo organizado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), que cuenta con el patrocinio de AISGE y se hace con la colaboración de la Academia de Cine.