Icíar Bollaín (CIMA) aspira a la Concha de Oro con su nueva película, ‘Yuli’, donde relata la vida del bailarín cubano Carlos Acosta, leyenda de la danza y primer bailarín negro en interpretar algunos de los papeles más famosos del ballet, originariamente escritos para blancos, en compañías como el Houston Ballet o Royal Ballet de Londres donde ha sido primer bailarín durante más de 15 años.
Con guion de Paul Laverty y producida de nuevo por Morena Films junto a la inglesa Potboiler Productions, la película se rodó entre Cuba, España y Londres a finales de año. Es la primera película de la cineasta que cuenta desde la fase de guion con la total participación de BBC Films.
‘Yuli’ es un viaje temporal a través de la vida de Carlos Acosta, desde su dura infancia hasta su madurez, etapa que será protagonizada por el propio bailarín que, pese a su éxito y reconocimiento internacional, nunca olvidó sus orígenes. Alberto Iglesias será el encargado de componer la banda sonora. Álex Catalán será el director de fotografía de la película. El rodaje contará con ocho semanas de duración de las cuales seis se llevarán a cabo en la isla de Cuba, una en España y otra en Londres.
“Cuando Paul me propuso hacer una historia sobre la figura del bailarín cubano Carlos Acosta, Yuli, no lo dudé. Su autobiografía, “No Way Home”, en la que se inspira la película, es el relato fascinante de un chaval mulato, gamberro y callejero, que contra todo pronóstico e incluso contra su propia voluntad al inicio, termina siendo uno de los mayores bailarines del mundo.”
‘Yuli’ es el apodo de Carlos Acosta. Su padre Pedro le llama así porque le considera el hijo de Ogún, un dios africano, un luchador. Sin embargo, desde pequeño, Yuli siempre ha huido de cualquier tipo de disciplina y educación. Las calles de una Habana empobrecida y abandonada son su aula particular. Su padre en cambio no piensa lo mismo, sabe que su hijo tiene un talento natural para la danza y por eso le obliga a asistir a la Escuela Nacional de Cuba. Pese a sus repetidas escapadas y su indisciplina inicial, Yuli acaba siendo cautivado por el mundo del baile, y así, desde pequeño comenzará a forjar su leyenda, llegando a ser el primer bailarín negro que logrará interpretar algunos de los papeles más famosos del ballet, originariamente escritos para blancos, en compañías como el Houston Ballet o Royal Ballet de Londres.