Esta crisis, en su aspecto social y económico, va a afectar de manera muy especial al mundo del cine, y tendrá un impacto todavía más grave en las mujeres profesionales del cine.
Como en otros campos profesionales las mujeres en el cine parten con dos desventajas:
- 1.- Ocupan puestos de menor responsabilidad y sus sueldos son menores. Un 16% menor como promedio.
- 2.- Hacen, al menos, el triple de trabajo de cuidados no remunerado, en comparación con los hombres.
Las consecuencias de estas dos circunstancias son: menor capacidad de resistencia ante una crisis económica y mayor repercusión en su trabajo del hecho de tener que cuidar menores. En épocas de crisis, a menudo las mujeres deben tomar la injusta y a veces imposible decisión de dejar el trabajo remunerado para cuidar a sus hijas e hijos.
La Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) realizó una encuesta entre sus socias la primera semana del confinamiento.
Entre otros resultados se recogió que:
- -El 52% son autónomas con un trabajo free lance
- -Hay un 11,11 % de mujeres profesionales monomarentales o separadas con custodia exclusiva
- -Solo en la primera semana, el 35% habían perdido totalmente el trabajo: habían sido despedidas o no contratadas. Tras más de un mes, estas cifran han aumentado enormemente.
- -Prácticamente el 100 por cien habían tenido que posponer o anular trabajos
- -Y un dato fundamental: el 45 % declaraba haber perdido trabajo o dinero por la imposibilidad de ser productivas, al mismo nivel que antes, al tener que ocuparse de menores cuando se cerró la educación.
LAS MEDIDAS QUE CIMA PLANTEA SON A TRES NIVELES:
En general:
- -Que el ministerio disponga de datos desagregados por sexo, al estudiar los impactos económicos y en el estudio de la carga de cuidados, de modo que las necesidades y realidades de las mujeres no queden al margen.
- -Que se incluya la dimensión de género y a especialistas en género en los planes de respuesta que se adopten.
- -Que se garantice la igualdad para las mujeres en las decisiones en torno a la planificación de la respuesta y los efectos a largo plazo.
De forma concreta:
- CIMA tiene en marcha, junto al ICAA, el plan 50/50-2025, que no puede detenerse. Hay que prever que se pongan en marcha las medidas que lo van a hacer posible, como el programa IMPULSA, la promulgación de la nueva OM y del Real Decreto que modifica el 1084/2015, de 4 de diciembre.
Y haciéndonos eco de las necesidades más perentorias que manifestaron nuestras socias,
- Congelación de las cuotas de autónomos.
- Que se convoquen las ayudas del ICAA y se adecúen a la circunstancia actual.
- Que se convoquen ayudas a la creación tal como está expuesto en la Ley de cine.