La película ‘Crónica de una tormenta’, escrita y dirigida por Mariana Barassi, está basada en la obra de teatro de Sabina Berman ‘Testosterona’. Los protagonistas son Clara Lago y Ernesto Alterio. El estreno está previsto para el 30 de abril.

‘Crónica de una tormenta’ habla de las relaciones laborales, del poder de los medios de comunicación, el envejecimiento profesional, la madurez como saber y como marginación social, el rol de la mujer en los entornos de poder, el sexo, la familia, la maternidad, los sueños no cumplidos, las promesas rotas… Tras ser presentada el año pasado en la 23 edición del Festival de Cine de Málaga y en el XIX Festival de Cine de Almería, se estrenará este año en salas de cine de toda España el 30 de abril.
Antonio (Ernesto Alterio), el director de un importante periódico debe elegir a su sucesor: Maca (Clara Lago), una mujer que apuesta por la cooperación entre los miembros de la empresa y no por la verticalidad en el trabajo, competirá contra el otro subdirector, Vargas (Quique Fernández), un periodista manipulador que se las sabe todas.
Maca ha sido la discípula predilecta de Antonio desde la universidad, y también los une un amor platónico, pero si bien parece la candidata idónea para el puesto, Antonio duda sobre su capacidad para manejar el poder.
La noche en la que Antonio le cuenta a Maca el proceso de selección, ambos se quedan encerrados en el periódico por una fuerte tormenta, y en el curso de esa noche hablarán a fondo, discutirán y revelarán cuestiones trascendentales de la vida, el periodismo, el amor, la muerte y el sexo. Un intenso y decisivo encuentro, en la noche anterior a la Navidad, que cambiará sus vidas para siempre.
“El disparador de la adaptación de esta obra de teatro llamada ‘Testosterona’ de la autora mexicana Sabina Berman viene a partir de que Gerardo Herrero, el productor de la película, un día me cuenta que había ido a ver la obra aquí en Madrid y me envía a verla a ver si me parecía que había una película detrás –explica la directora-. Me gustó mucho, pero hubo algo que sucedió después de la función cuando estaba en la cafetería y escuchaba las conversaciones de la gente que había salido de la obra y estaba tomándose algo. De repente te encontrabas a matrimonios o amigos que seguían discutiendo sobre el rol de los personajes. Una pareja estaba discutiendo bastante acalorada y te dabas cuenta de que por más que tengamos presente la necesidad de romper con los roles tradicionales de la mujer, de la familia, de cómo conciliar con el trabajo, etc., al final sigue habiendo desencuentros. No es tan blanco y negro el asunto”.