El Congreso Nacional de CIMA en Cantabria dedicó una mesa a ‘Directoras y creadoras’, en la que participaron las cineastas Marta Lallana, Juana Macías, Anna María Bofarull y Marieta Caballero. La moderadora fue Alba González de Molina.

¿En qué medida les ha cambiado la vida a las directoras y guionistas el hecho de que se hayan aprobado cuotas para las mujeres? fue uno de los temas que se trataron en esta mesa, en la que también se contestó a la pregunta de ¿cómo han batallado para que se incluyan otras miradas en el relato? y, finalmente, se habló de la lucha que mantienen las creadoras contra los estereotipos de género presentes en la profesión.
La cineasta Marieta Cabalero,que en su intervención declaró que las cuotas habían ayudado mucho en la creación de equipos, porque ahora se acordaban de las mujeres al formarlos, comparó la problemática de las mujeres con la de los jóvenes.
Precisamente se refirió a esta generación joven, de la que dijo que disponían de más recursos, eran más, llegaban cuando hay mayor movimiento en la industria, “la identidad de género es mucho más amplia y tenemos la mente más abierta”. Por último, la directora y guionista declaró que “a nivel personal quiero disgregar el arte del negocio, no quiero depender de que el cine me dé de comer”.
Marta Lallana dedicó su intervención a explicar “cómo el género, la juventud y la clase atraviesan mi trabajo de ser directora de cine independiente”. Y lo hizo basándose en las experiencias personales que ha vivido condicionada por ello. “Me hacen sentir que tengo que demostrar más para que me valoren del mismo modo”.
Lallana aseguró que el hecho de ser joven y mujer la han hecho vivir los estereotipos de género y enfrentarse a una alta exigencia porque la mayoría de referentes que tenemos de directoras mujeres son referentes de éxito. “Las mujeres también merecemos hacer películas que no sean un éxito y seguir teniendo oportunidades”.
Lallana habló de las diferencias que ha experimentado trabajando en equipos liderados por hombres o por mujeres, diferencias referidas a la calidad de trabajo, compromiso, previsión, cuidados, responsabilidad profesional y emocional.
La directora y guionista Juana Macías reconoció el cambio que había visto en el sector y en la presencia femenina en él en los veinte años que lleva dedicándose al audiovisual. “El cambio cuantitativo y cualitativo ha sido brutal y muy positivo, dijo y añadió: “Cuando empecé haciendo cortos era la única chica en los festivales y, cuando no estaba yo, había otra, pero la media era esa. Una o dos directoras como mucho en cada festival”.
“Cuando empecé a hacer publicidad –continuó-, las productoras querían tener una realizadora entre sus realizadores casi como un punto exótico, para ciertos spots de corte más ‘femenino’= emotivo, social o de productos ‘femeninos’, con lo cual si ya había una realizadora en la reel de la productora sabías que lo tenías jodido para entrar”. Macías añadió que en aquellos sets de rodaje era impensable encontrarse una mujer como DOP, como eléctrica o sonidista y que hoy todo eso ha cambiado radicalmente.
La cineasta se refirió a las mayores oportunidades “de impulso, acompañamiento, visibilidad” de directoras o guionistas que están empezando su carrera. “Lo que se ha ido haciendo, sobre todo desde CIMA, está dando enromes resultados”. Otros retos se presentan ahora, pero Juana Macías señaló que había más oportunidades de demostrar el talento y también de probar que tenemos derecho a fallar. Las cuotas, los incentivos fiscales específicos, los puntos por presencia femenina han sido y están siendo una ayuda fundamental para dar oportunidades a las mujeres, para contrarrestar inercias.
Anna Bofarull cerró las intervenciones. “Tenemos derechos a hacer de todo, a poder equivocarnos y a poder aprender en el camino. Nos falta todavía esa reivindicación”, dijo. Aspirar a quedarse y poder contar nuestras historias. La cineasta señaló el trabajo que han hecho asociaciones como CIMA, gracias a las que comprendió que su caso no era único, que eran muchas las mujeres que se encontraban obstáculos constantemente.
La existencia de mujeres productoras es, en su opinión, uno de los cambios fundamentales en la nueva dinámica del sector. El referente es importante, continuó, permite ver que las cosas son posibles.
Marta Lallana, Juana Macías, Anna María Bofarull, Marieta Caballero, Alba González de Molina, Congreso CIMA Cantabria