La Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) se solidariza con la actriz Iria Pinheiro y propone un proceso de reflexión colectiva del que surjan medidas concretas para luchar contra el acoso sexual en la industria audiovisual. Con motivo de ello ha hecho público un comunicado.
El texto íntegro del comunicado:
La actriz Iria Pinheiro ha presentado una denuncia penal en el Juzgado de Guardia número 3 de Santiago de Compostela en el que describe una situación de hostigamiento continuo por parte del director de un programa que se emite en TVG. Los hechos denunciados podrían llegar a mostrar una situación de gravedad extrema, a la que se sumaría la lamentable incapacidad del sector para hacer frente a situaciones que implican acoso o abusos sexuales.
Por ello, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) quiere mostrar su apoyo y solidaridad con la actriz Iria Pinheiro, en cuanto denunciante de una situación de acoso, y sumarse a la denuncia de los abusos en la profesión por parte de personas con cargos de poder que sufren muchas profesionales y de una manera especial las actrices.
Colocándonos siempre en la defensa de la presunción de inocencia que se debe preservar para todas las personas en un estado de derecho como es España, creemos que sí es el tiempo para llamar a la creación de medidas que impidan situaciones como la que presuntamente ha ocasionado esta denuncia.
Como colectivo profesional y social, es necesario aceptar la cuota de error que a todos corresponde y tener respuestas para poder amparar a las profesionales e intérpretes españolas, impotentes en este tipo de situaciones, e inmediatamente ponerse a trabajar en la construcción de las herramientas necesarias para prevenirlas.
Proponemos, en este sentido, iniciar un proceso de reflexión colectiva que nos permita cuanto antes darnos los recursos necesarios para ayudar a otras mujeres que pueden vivir situaciones de acoso y abuso. La adopción de protocolos para una ‘prevención del acoso sexual’, instrumentos de acción en caso de ser objeto de estas prácticas, o la incorporación a estos protocolos de profesionales especializados en este tipo de agresiones son algunas de las medidas que consideramos más urgentes y necesarias.
La cultura en general y el sector audiovisual en particular deben liderar el mandato de defensa social de los derechos de las mujeres que tan claramente se escucharon el 8 de marzo en las calles. Probablemente, no está en nuestras manos eliminar de inmediato el acoso sexual, en la industria o en la sociedad, pero somos responsables de seguir los pasos precisos para que este cambio ocurra tan pronto como sea posible.
Madrid, 12 de marzo de 2018